jueves, 21 de julio de 2016

¿POR QUÉ EL GATO DESGARRA LA TELA DE SUS SILLONES?

julio 21, 2016

La respuesta habitual es que el animal se afila las uñas...

Esto es verdad, pero no de la manera que la mayoría de personas se imagina. Les parece que afilan los puntos mellados, a la manera como nosotros afilamos los cuchillos desafilados. 

1) Lo que realmente ocurre es que se arrancan las vainas viejas y gastadas de las uñas, revelando unas brillantes uñas nuevas por debajo. Es algo que se parece más a como la serpiente muda de piel que a afilar un cuchillo de cocina. 

A veces, cuando la gente pasa la mano por el lugar en que el gato ha estado arañando el mueble, encuentra lo que cree una uña arrancada, y teme que el animal, accidentalmente, las haya metido en las fibras fuertes del tejido y se haya lastimado. Pero “la uña arrancada” no es otra cosa que la vieja capa exterior, preparada para que la eliminen.
 

Los gatos no efectúan esos poderosos actos tipo suavizador con las patas traseras. En su lugar, emplean los dientes para morder las viejas vainas de las uñas de atrás.
 

2) Una segunda función del suavizamiento de las patas delanteras es el ejercicio y fortalecimiento del mecanismo de retracción y protrusión de las garras, tan vital para capturar a las presas, luchar con los rivales y trepar.
 

3) Una tercera función, insospechada para la inmensa mayoría de la gente, es la de marcar el territorio por los olores. Tienen unas glándulas odoríferas en la parte inferior de las garras delanteras, que frota vigorosamente contra la tela del mueble donde ha clavado las uñas. 

Al suavizar rítmicamente, garra izquierda, garra derecha, el olor se adhiere a la superficie de la tela y lo frota, depositando su firma personal en el sillón. Y ésta es la razón de que sea siempre nuestro sillón favorito el que sufra la máxima atención, porque el gato lo que hace es responder a la propia fragancia personal, y añadir la suya a la humana.
 

Algunas personas compran un costoso poste en las tiendas de animales domésticos (nosotros al principio con nuestro primer gato, luego también con los demás...), y se ven amargamente decepcionadas de que el gato ignore rápidamente el instrumento y vuelva al mueble. El colgar del poste una vieja y sudada camiseta ayuda más a resolver el problema, pero si un gato ya ha elegido un sillón o una parte especial de la casa, como su “lugar para suavizarse “, en dicho caso es tremendamente difícil alterar ese hábito.
 

En su desesperación, algunos dueños de gatos recurren a la práctica cruel de quitarles las uñas a sus animalitos. Lo que se hace es educar y cuidar al gato.
 

Aparte del daño físico que eso supone, también resulta psicológicamente perjudicial para el gato y lo coloca en seria desventaja en las persecuciones en que deba trepar, en la caza y en las relaciones sociales felinas. 

Un gato sin uñas no es un verdadero gato.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar :-)